22/6/08

Correos

Son las 7:05 y acabo de llegar de Cáceres...
Tengo que poner la lavadora, dormir algo y echar gasolina. Ahora toca aprovecharse de los amigos y, por lo pronto, mañana marcho hacia tierras madrileñas
(me espera el Rock in Río [menos el día 28, ¿El Canto del Loco y Tokyo Hotel? No, gracias]), hasta el 7 de Julio que me trasladaré a Pamplona (mucha francesa liberal borracha).



Desde que hice mi dirección email pública he recibido varios correos (siempre que digo este verbo me río, sí, soy muy adulta) de gente pidiéndome consejos sobre sus relaciones, me las relatan, luego me escriben sus problemas y finalizan el correo (esta también me hace gracia, correó, con deje andaluz) con un ¡Espero tu respuesta!, ¡Gracias por adelantado!
...

Yo lo siento, pero a mi me come el coño que Rosita esté muy apenada porque Karina se ha casado y se ha marchado a vivir a Perú... Yo no puedo ayudarte (ni quiero, tras ver tu foto [que también tiene cojones que mandes una foto en bikini para que vea tu pena lo más profundamente que mi percepción y mi estómago me permitan]). Lo siento, Rosita, pero es que me la sopla.

Al parecer, causa espectación saber de dónde soy, en qué lugares he vivido, a qué lugares he viajado, que lugar es el que más me ha impactado, dónde resido actualmente, el trabajo de mis padres o mi película-actor-actriz-canción preferidos y, hasta mi grupo sanguíneo.
Pues nací en Sevilla, he vivido en Zaragoza, Barcelona, Madrid, Bilbao, Toulouse, Santa Monica, Nueva York, Málaga y Londres.
Actualmente estoy en Zaragoza. Mucha gente que quiero vive aquí y mi madre tiene que pasar el verano haciendo reportajes sobre la Expo, así que de vez en cuando me paso y le hago compañía.
He viajado mucho, es algo que me apasiona y enriquecerse culturalmente me parece más importante que saber multiplicar por 9. Si tuviera que elegir, me llamó muchísimo la atención Japón pero los lugares que más me han impactado han sido Medellín, en Colombia (me río yo del Bronx y de Harlem) y Udaipur, en India (que, por cierto, tiene un museo con una colección de marionetas asombrosa [sí, marionetas, soy friki]).
Mi padre es político y mi madre periodista, guionista y friki, y desde pequeña me han inculcado un amor fanático hacia el cine así que no tengo un tipo de filme predeterminado que me apasione. Con la música me ocurre lo mismo, mi iPod es una algarabía musical donde te encuentras a Kate Voegele, pasando por The Verve y Sex Pistols, con canciones de Marisol, Oasis, Las Grecas, Marlango o Björk y la Obertura 1812 de Tchaikovsky... Pero no encontrarás en mi reproductor a todos esos grupos súper rockeros españoles que están saliendo ahora y que tienen el monopolio de la Vale y la Súper Pop; o a esos grupos de punks a lo Good Charlotte, los odio, muchísimo. (Sobretodo al gordo que se folla a Patricia Conde, con ese no puedo...)
Y, vale ya de momento biopic.


Un chico que se hace llamar Merkal me ha mandado siete correos diciéndome lo denigrante que soy y que me tendría que dar vergüenza hacer apología del lesbianismo. Remata sus emails con expresiones del tipo así va el país, Zapatero está hundiendo España, esto con Franco no pasaba...
También destacan debes de ser una pija de mierda que va de moderna rebelándose contra sus papis diciéndo que es lesbiana. Yo te habría dado un pollazo a tiempo para enderezarte. Tú, niñata, no tienes ni puta idea de lo que cuesta ganar dinero y lo dura que es la vida.

Querido Merkal, intuyo que tu polla no será tan dura como tu vida.



Hay bastantes correos que simplemente me piden sexo, uno de ellos, en especial, me llegó muy hondo:
Hola Laura,
soy Sandra y acostumbro a leer tu blog, aunque nunca he comentado, todos los días entro a internet para ver si has actualizado.
Me gusta mucho tu forma de expresarte. (En este momento iba a dejar de leer por miedo a ser detenida por pederastia ya que el correo me estaba empezando a recordar a las redacciones que hacía en el colegio en las que sólo utilizabas dos verbos gustar y no gustar: Me gusta la música, el cine y salir con mis amigos; no me gustan las alcachofas ni el pito de Isidrito. Sin embargo seguí leyendo porque soy una morbosa y esperaba que en algún momento escribiera que tenía 15 años.)
Soy de __________, un pueblo de Cáceres y tengo 21 años (ouch!) y, como te imaginarás, la homosexualidad no está muy bien vista en el pueblo.
Pero no te he escrito para aburrirte con mi vida, te he escrito porque tengo una proposición. Quiero acostarme contigo, estar mojada y dejarte, como tú dices, un buen sabor de boca. Para mi es imposible salir de mi pueblo porque _________. Por eso te ofrezco lo siguiente, yo te pagaría todos los costes por venir hasta aquí y, te pagaría también, por tener sexo conmigo.
Etc, etc, etc.
En ocasiones, por según que mundos en los que me he movido, algún hombre me ha ofrecido dinero por sexo, pero nunca una mujer.
Cuando era una prepúber y mi cuerpo era un devenir de hormonas, que sólo pensaba en follar, estaba totalmente deprimida. Yo me veía muy mona y en los bares de ambiente que frecuentaba en esa época no había ninguna chica que a mi me pareciese atractiva o que, simplemente, me pareciese una chica. A mi no me atraía el rollo súper masculino (L word no existía, por lo tanto no había clones de Shane por todas partes y era muy raro cruzarte con alguna tía con un toque andrógino) y, para follar o tener un tonteo, tampoco me atraía el rollo fea. Sin embargo eso era lo que encontraba en los bares y muchas veces pensé hacerme puta, puta de mujeres. Si por amor al arte no me iba a atraer ninguna, con dinero de por medio sí (y ésta, niños, es la definición de dignidad).
Este correo me hizo recordar aquellos tiempos en los que pensaba pedir dinero por follar...