12/10/09

It's Too Late To Apologize, ya lo sé. Pero lo Hago Igualmente

Abandoné esto hace ya un tiempo por X motivos.

Pero sé que lo vas a leer tú y ellos/as...

No me guardas ningún rencor porque eres así de adorable. Pero si yo estuviera en tu lugar...No sé como hubiera actuado. Por eso te admiro y me tiro de los pelos púbicos todo lo fuerte que puedo, a lo Lidia Lozano, como castigo por obligarte a dejarme.
Sólo quiero que TÚ sepas que te entiendo, que he sido una perra mala y que si no estoy dormida ya es porque la cama está muy fría sin ti y mis dedos no saben ni dónde meterse.
Respeto tu decisión, aunque me duela más que nada en este mundo, y aquí cierro nuestro librito morado. No quiero hacerte protagonista de un melodrama lésbico que ya sabemos que siempre una bollera debe morir y no queremos eso.
Voy a echar de menos tu melena, su olor, poder pasar mis manos por ella, y tantas cosas más...Pero no voy a enumerar, no quiero seguir presionándote o acosarte como dicen algunos...
Sólo quiero que ellos sepan que me come el coño lo que piensen. Siempre que sus comentarios no te envenenen a ti.


PS: Espero encontrarte en algún momento de nuestras vidas en un bistró parisino con un cuaderno verde en blanco, o en algún café italiano con una enciclopedia, si eso, para que haya muuuuchas hojas en blanco y no se nos acaben nunca.

17/7/08

Toca escalar

Cuando terminas una mala racha te encuentras con amigos de menos, interesados de más y con la sensación de encontrarte en el final de un camino bifurcado.
Tú eliges. O sigues llorando en tu mierda, o comienzas a escalar para salir de ahí.



En Madrid pasé unos días fantásticos, un Rock in Río asombroso y un Orgullo con demasiadas anécdotas.

En Rock in Río conocí a muchísima gente adorable, no sé de que estaba hecho el césped artificial ni que había en las fuentes pero, asombrosamente, todo era buen rollo y gente cachonda.

A título personal me enamoré perdidamente de una modelo del Espacio Moda, ella también está enamorada de mi, el único problema es que aún no lo sabe, es más, piensa que es hetero y que está enamorada de su novio pero ya se dará cuenta de que está equivocada...

Sobre la zona VIP, puedo confirmar que el calvo de la CADENA 100 es tan salido como parece en Operación Triunfo (sí, veía Operación Triunfo, las piernas de Mimi ejercían un extraño poder húmedo sobre mi toto), Paz Vega dejó de ser uno de mis mitos eróticos; Laura Sánchez es extremadamente alta, me pareció extremadamente delgada, tiene una boca extremadamente grande y es extremadamente simpática y preciosa.

Hugo Silva es el tío más normal del mundo (cosa que se agradece entre tanto divismo y tanta gilipollez) incluso con veinte quinceañeras persiguiéndole y ofreciéndose a agarrársela si le entran ganas de mear.
Una redactora de la revista Vale quería hacerle unas fotos sin camiseta a uno de mis amigos...

Confundí a Marta Sánchez con Ana Obregón, este hecho desató alguna risilla maliciosa. (A ella no le hizo ni puta gracia) Su marido llevaba la pechera al aire y dejaba asomar un rosario negro entre sus pectorales, me mordí la lengua y no hice ningún comentario al respecto. (Marta Sánchez antes de ser un proceso frustrado de diva gay fue la cantante de Olé, Olé y estos grupos de tecno-pop folclórico se mueven por ambientes muy chungos...Seguro que conoce mil maneras distintas de noquearme sin acercarse a mi)
Conocí a Belén Rueda y, por miedo a que fuera amiga de Marta Sánchez, no le dije que sus actuaciones me recuerdan a las que hacen los niños de primaria en el teatro del cole para Navidad y que creo que está sobrevaloradísima.

Me percaté de que el 60% de las modeluquis y los chulitos desconocidos que desfilaban en la pasarela adoran dejarse ver por el recinto para escuchar algún "Mira, esa/ese desfila en lo de la moda", tras escuchar el comentario de turno que les sube el ego hasta límites insospechados, vuelven a la zona VIP a comentar lo agobiante que resulta ser reconocida o reconocido.
Y Fonsi Nieto y la hija de la Duquesa de Alba deberían cambiar su nombre por Frodo y Sam.


Dejando la farándula a un lado, conocí a gente de lo más sorprendente.
El primer día conocí a un grupito de Coimbra, los chicos hablaban con los algunos de mis amigos sobre la Eurocopa, un tema que a mi me lo come a cuatro patas, las chicas hablaban entre ellas y yo, visto el plan los machos hablamos de fútbol y las nenas de futbolistas, opté por ir a por unas cervezas. Con la bebida se animó el asunto, un luso pasado de cebada me invitó cortesmente a introducir mi lengua en su garganta, con mucha educación le contesté que prefería meter mi lengua en el coño de una de sus amigas; él desistió en su cortejo y ella rechazó mi invitación.

Esa misma noche me acerqué al último pase que se ofrecía en la Pasarela, mis comentarios lascivos sobre Martina Klein llegaron a oídas de dos chicas de Málaga que se acercaron a hablar conmigo a la salida. Me preguntaron si era lesbiana, cuando les dije que sí se sonrieron con picardía y me invitaron a tomar una servesita.
No eran dos bellezas, no lo voy a negar, pero tenían esa gracia andaluza que puede conmigo. Hablamos de todo en general y de nada en particular, cuando la conversación desapareció les comenté que tenía que buscar a mis amigos, a lo que contestaron al unísono un apresurado "¿Ya te vas?". Me disculpé, le dí un par de besos a cada una y, cuando me iba, una de ellas me agarró del hombro y me dijo al oído "Queeee...si quieres un trío..."
Decidí que mis amigos podían seguir sin mi otro ratito.

Salimos fuera del recinto, habían venido en coche (¿Desde Málaga? Impresionante...), un antiguo twingo rojo con pegatinas. Los asientos estaban ya reclinados, empezamos a juguetear antes de llegar al coche y una vez dentro, cuando yo me quité la camiseta, ellas ya estaban totalmente desnudas y tumbadas, con una cara de pavor terrible.
Una de ellas nunca había estado con nadie, la otra dijo "a mi me hicieron un dedo en un baño, creo" (¿CREO? Damn it!).
Les dije que mejor lo dejábamos pero la más lanzada comenzó a tontearme en el cuello...Y me quedé. La velada se resume en multitud de cabezazos y poquito placer pero varios momentos divertidos.

El día de la adorada Amy Winehouse surgió algo mejor. Mientras cantaba Jamiroquai me quedé prendada de una chica con una sonrisa de concurso. Llevaba una camiseta con la cara de la andrógina por antonomasia en la que se leía "Shane is my homegirl".
Era la delicia de toda bollera que se paseaba a su alrededor, (era la víspera al Orgullo por lo que el Rock in Río estaba especialmente gay ese día) una chica guapa, que sabía moverse, con estilo vistiendo y aparentemente lesbiana.
Me acerqué a ella y la invité a beber algo, bailamos, comentamos su camiseta, nos alabamos mutuamente y usó el truco de "tienes una pestañita, te la voy a quitar".
En su hotel nos quitamos pestañas y pestiños.

24/6/08

El cultureta gordo con papada

Esta noche he cenado en Senzone con dos amigos, después íbamos a ver The Princess of Nebraska y, sin embargo, acabo de llegar de la fiesta aniversario del programa Versión Española.

En la fiesta, faranduleo, bastante frío, algo de lluvia y algún gilipollas.
No conocía casi nada sobre Cayetana Guillén Cuervo. Sé que tiene fama de borde, que se fumó un porrito en antena y que se follaba a José Luis Garci. Nunca me ha llamado la atención pero hoy debo decir que, como ha dicho mi amigo Suso al verla, está pa' un polvo.
También he coincidido con Eduardo Noriega y Alaska. Él muy guapete, ella muy bajita, yo muy lesbiana.


Pero, no escribo para hablar de la Guillén Cuervo (porque no he cruzado ni media palabra con ella), ni de Eduardo Noriega o Alaska, voy a hablar de un gordo con papada al que, sorprendentemente, le pagan por escribir en un periódico de tirada nacional.

En estas fiestas (fiestas de la élite modernaca de izquierdas) se concentra un gran número de culturetas que van de guays y hablan de temas muy guays. Se forman círculos muy guays donde los culturetas hablan y vigilan de reojo a la gente más famosa, a los que podrían ser reconocidos por la calle; para dedicarles una mirada afable o un saludo en un estúpido intento de que la persona popular se acerque a ellos.
El cultureta, por supuesto, deja caer en la conversación que mantiene en el círculo guay, mientras agita su bebida guay, que estos famosos (a los cuales intenta acercarse desesperadamente) son lo peor y tienen el ego por las nubes.
Hablan sobre literatura, política o periodismo y son muy cultos, por lo que su pendantería les permite hablar muy bien y criticar aún mejor.
Critican el cine español pero cuando se acerca algún actor son los primeros en decirles al susodicho lo magnífico que estaba en su última película y lo increíblemente buenos que eran el argumento y la fotografía. El actor le regala una sonrisa al cultureta que, vuelve al círculo guay haciendo aspavientos con el rostro y mirándote con cara de "¿Has visto? Hablo con el famoso, es que...soy guay"

Esta noche me han tocado dos culturetas en el círculo guay (en algún momento he llegado a pensar que ambos habían hecho una apuesta y, el que pareciese más imbécil, ganaba).
Sin duda, la medalla de oro se la ha llevado el gordo con papada que, además de machista, era homófobo.
Mientras este tío se dedicaba a hablar de su blog, yo le preguntaba a Xúlio, un chico muy simpático que ha participado en algunos cortos, si había visto el cortometraje CONTRACUERPO de Prosopeya Producciones y con Macarena Gómez como protagonista. Xúlio no lo había visto pero el gordo sí, y su opinión sobre el corto ha sido: Esa es la de "La que se avecina", ¿no? No me gusta, lleva el pelo muy corto y parece bollera.
Tras esta maravillosa crítica ha apostillado con comentarios sobre las lesbianas, que somos todas muy feas y sobre Elena Anaya, que no debe tener mucho trabajo y necesitará algo de publicidad para estar en alza de nuevo...

Visto el plan que había en mi círculo guay he huído de ahí y he conocido a bastante gente muy amable. Entre ellas, una pareja de lesbianas, las dos se llaman Carmen, llevan 19 años juntas y son encantadoras. Mañana he quedado con ellas para tomar un café y que me presenten a su niña, Idoia, una pequeña de ojos impresionantes que nació en Burkina Faso.
También he hablado largo y tendido con un técnico de sonido que lleva dilataciones de 10 milímetros en ambos lóbulos. Estaba borracha y he metido varias veces el dedo en sus agujeros (¡Qué gran frase!), el técnico de sonido ha bromeado diciéndome que a él también le apetecería meter el dedo en algún agujero. Entre tanta broma subida de tono y coqueteo me ha besado. Le he dicho que prefería a la Guillén Cuervo, él se ha reído y me ha dicho que si no la conocía me la podía presentar, que está casada pero bueno, en una fiesta puede pasar de todo.
He rechazado su invitación y he vuelto con mis dos amigos que seguían en el círculo guay del gordo con papada.
Al círculo guay se habían unido dos madrileñas menopáusicas de las que gotean pis y llevan cardados peperos. La pareja de cacatúas repetían contínuamente el mismo discurso que se basaba en repetir interrumpidamente sátrapa y denostar, calumniar o vilipendiar. No sé que hacían en esa fiesta y no sé de que hablarían pero, cuando las he visto, he comprendido que era hora de volver a casa.

22/6/08

Correos

Son las 7:05 y acabo de llegar de Cáceres...
Tengo que poner la lavadora, dormir algo y echar gasolina. Ahora toca aprovecharse de los amigos y, por lo pronto, mañana marcho hacia tierras madrileñas
(me espera el Rock in Río [menos el día 28, ¿El Canto del Loco y Tokyo Hotel? No, gracias]), hasta el 7 de Julio que me trasladaré a Pamplona (mucha francesa liberal borracha).



Desde que hice mi dirección email pública he recibido varios correos (siempre que digo este verbo me río, sí, soy muy adulta) de gente pidiéndome consejos sobre sus relaciones, me las relatan, luego me escriben sus problemas y finalizan el correo (esta también me hace gracia, correó, con deje andaluz) con un ¡Espero tu respuesta!, ¡Gracias por adelantado!
...

Yo lo siento, pero a mi me come el coño que Rosita esté muy apenada porque Karina se ha casado y se ha marchado a vivir a Perú... Yo no puedo ayudarte (ni quiero, tras ver tu foto [que también tiene cojones que mandes una foto en bikini para que vea tu pena lo más profundamente que mi percepción y mi estómago me permitan]). Lo siento, Rosita, pero es que me la sopla.

Al parecer, causa espectación saber de dónde soy, en qué lugares he vivido, a qué lugares he viajado, que lugar es el que más me ha impactado, dónde resido actualmente, el trabajo de mis padres o mi película-actor-actriz-canción preferidos y, hasta mi grupo sanguíneo.
Pues nací en Sevilla, he vivido en Zaragoza, Barcelona, Madrid, Bilbao, Toulouse, Santa Monica, Nueva York, Málaga y Londres.
Actualmente estoy en Zaragoza. Mucha gente que quiero vive aquí y mi madre tiene que pasar el verano haciendo reportajes sobre la Expo, así que de vez en cuando me paso y le hago compañía.
He viajado mucho, es algo que me apasiona y enriquecerse culturalmente me parece más importante que saber multiplicar por 9. Si tuviera que elegir, me llamó muchísimo la atención Japón pero los lugares que más me han impactado han sido Medellín, en Colombia (me río yo del Bronx y de Harlem) y Udaipur, en India (que, por cierto, tiene un museo con una colección de marionetas asombrosa [sí, marionetas, soy friki]).
Mi padre es político y mi madre periodista, guionista y friki, y desde pequeña me han inculcado un amor fanático hacia el cine así que no tengo un tipo de filme predeterminado que me apasione. Con la música me ocurre lo mismo, mi iPod es una algarabía musical donde te encuentras a Kate Voegele, pasando por The Verve y Sex Pistols, con canciones de Marisol, Oasis, Las Grecas, Marlango o Björk y la Obertura 1812 de Tchaikovsky... Pero no encontrarás en mi reproductor a todos esos grupos súper rockeros españoles que están saliendo ahora y que tienen el monopolio de la Vale y la Súper Pop; o a esos grupos de punks a lo Good Charlotte, los odio, muchísimo. (Sobretodo al gordo que se folla a Patricia Conde, con ese no puedo...)
Y, vale ya de momento biopic.


Un chico que se hace llamar Merkal me ha mandado siete correos diciéndome lo denigrante que soy y que me tendría que dar vergüenza hacer apología del lesbianismo. Remata sus emails con expresiones del tipo así va el país, Zapatero está hundiendo España, esto con Franco no pasaba...
También destacan debes de ser una pija de mierda que va de moderna rebelándose contra sus papis diciéndo que es lesbiana. Yo te habría dado un pollazo a tiempo para enderezarte. Tú, niñata, no tienes ni puta idea de lo que cuesta ganar dinero y lo dura que es la vida.

Querido Merkal, intuyo que tu polla no será tan dura como tu vida.



Hay bastantes correos que simplemente me piden sexo, uno de ellos, en especial, me llegó muy hondo:
Hola Laura,
soy Sandra y acostumbro a leer tu blog, aunque nunca he comentado, todos los días entro a internet para ver si has actualizado.
Me gusta mucho tu forma de expresarte. (En este momento iba a dejar de leer por miedo a ser detenida por pederastia ya que el correo me estaba empezando a recordar a las redacciones que hacía en el colegio en las que sólo utilizabas dos verbos gustar y no gustar: Me gusta la música, el cine y salir con mis amigos; no me gustan las alcachofas ni el pito de Isidrito. Sin embargo seguí leyendo porque soy una morbosa y esperaba que en algún momento escribiera que tenía 15 años.)
Soy de __________, un pueblo de Cáceres y tengo 21 años (ouch!) y, como te imaginarás, la homosexualidad no está muy bien vista en el pueblo.
Pero no te he escrito para aburrirte con mi vida, te he escrito porque tengo una proposición. Quiero acostarme contigo, estar mojada y dejarte, como tú dices, un buen sabor de boca. Para mi es imposible salir de mi pueblo porque _________. Por eso te ofrezco lo siguiente, yo te pagaría todos los costes por venir hasta aquí y, te pagaría también, por tener sexo conmigo.
Etc, etc, etc.
En ocasiones, por según que mundos en los que me he movido, algún hombre me ha ofrecido dinero por sexo, pero nunca una mujer.
Cuando era una prepúber y mi cuerpo era un devenir de hormonas, que sólo pensaba en follar, estaba totalmente deprimida. Yo me veía muy mona y en los bares de ambiente que frecuentaba en esa época no había ninguna chica que a mi me pareciese atractiva o que, simplemente, me pareciese una chica. A mi no me atraía el rollo súper masculino (L word no existía, por lo tanto no había clones de Shane por todas partes y era muy raro cruzarte con alguna tía con un toque andrógino) y, para follar o tener un tonteo, tampoco me atraía el rollo fea. Sin embargo eso era lo que encontraba en los bares y muchas veces pensé hacerme puta, puta de mujeres. Si por amor al arte no me iba a atraer ninguna, con dinero de por medio sí (y ésta, niños, es la definición de dignidad).
Este correo me hizo recordar aquellos tiempos en los que pensaba pedir dinero por follar...

19/6/08

El Pussycat Dolls Lounge

No dormir por las noches porque tienes insomnio es una putada. Antes paliaba la desesperación follando, lo cual era maravilloso y daba gracias por este don que se me había otorgado y me regalaba horas de sexo.
Sin embargo, eso era antes. Aprendí que no era bueno subir desconocidas a mi piso ya que a la mañana siguiente las susodichas desaparecían sin dejar rastro y, con ellas, desaparecía mi monedero, mis tangas e, incluso, mi home cinema; o que, por el contrario, no desaparecían, sino que se quedaban, y se quedaban, y se quedaban pensando que les había tocado la lotería y la Cattrysse las iba a mantener. Tras estas lecciones decidí que, por la seguridad de mi home cinema y mis futuros tangas, pá follar a un hotel.

Después de escribir mi última entrada al blog busqué mis fotos del viaje a California.
El viaje surgió porque una de mis mejores amigas aspiraba a ser directora de cine (ahora es dueña de un hotel Gay Friendly en Berlín, la vida da muchas vueltas), había filmado ya varios cortometrajes. Tuvo la idea de hacer un corto al estilo road movie con sus amigas de toda la vida, entre las cuales me encuentro yo. Mi amiga nos lo comentó una tarde y las más divas dramaqueenianas (una servidora, la susodicha directora de cine que ahora ejerce de hostalera, una pija divina madrileña que evolucionó a tatuadora y que ahora es tatuador y una estudiante de arquitortura que actualmente sigue en el mismo curso que cuando hicimos el viaje) aceptamos al instante.

De las cuatro, yo era la más pequeña y pensábamos que nos iba a suponer algún problema a la hora de entrar a algunos clubs que teníamos pensados. Sin embargo, una cara bonita, cuatro pares de tetas y un par de dólares con la cara de Lincoln hacen milagros en USA.

Alquilamos un Ford Mustang Cabrio del 66 en Sacramento y llegamos hasta San Francisco. Queríamos seguir hasta Los Ángeles pasando por Santa Bárbara porque a mi amiga se le ocurrió plasmar un paralelismo en el corto entre la Ilgesia y la religiosidad de los nombres de aquellos lugares y lo putas que éramos nosotras, pero a la pija madrileña se le ocurrió ir a Las Vegas.
Nos pareció más divertido emborracharnos en la ciudad de las luces que seguir conduciendo y visitando los lugares de la América cañí, así que fuimos a Las Vegas.

La pija madrileña fue, en su tiempo, toda una cazafortunas o putón, no le importaba lo pasado que estuviera el higo que se metía a la boca con tal de que tuviera mucha pasta.
En el hotel nos regalaron unos pases gratuitos al spa y ella fue la única que lo aprovechó. En el baño turco se la chupó a un viejo empresario. Este señor se jubilaba y tenía montada una fiesta en el Pussycat Dolls Lounge, invitó a la pija madrileña a ir y, por lo tanto, las demás también quedamos invitadas.

Suponíamos que la fiesta iba a estar llena de putas vestidas como putas y mujeres decentes vestidas como putas y, por aquello de no desentonar y sentirnos acordes con el ambiente decidimos ir de compras. Mi sorpresa fue que esas mujeres a las que en España llamamos chonis de polígono (que por cierto, ejercen un extraño poder de seducción sobre mí...Si llevas pendientes de aro en los que podría posarse un loro y toda tu ropa es de Pimkie, seguro que me pones) serían las reinas de Las Vegas ya que todas las tiendas a las que entramos, tiendas supuestamente con renombre, estaban repletas de ropa de este estilo.

Después de buscar entre tanta morralla textil encontramos unos tops a juego con unos cinturones (el dependiente se empeñaba en llamarlos skirt, pero a mi no me engañó), metalizados y con motivos dorados y plateados. Los compramos junto con unas sandalias a juego.
Nos maquillamos y nos peinamos como si hubieramos cambiado a Bobbi Brown por aquella concursante de Gran Hermano que parecía un travelo. Y, ataviadas como las teloneras de Sonia Monroy, fuimos a la fiesta.

El club es impresionante, cuidan hasta el mínimo detalle para que sus viejos millonarios lo pasen bien con sus furcias y sus amigos borrachos.
El comando de putones ibéricos nos separamos a la hora de entrar a la fiesta, pero decidimos quedar cada tres horas en el baño para marujear (el espíritu español no se pierde). Sin embargo, yo incumplí mi promesa de ir al baño en el segundo round, conocí a Little Heather Veitch. En realidad se llamaba Kate y era mexicana. Me contó que eligió ese nombre porque había una stripper muy conocida que se llamaba así y que dejó esa vida por predicar la palabra de Dios. No le pregunté nada más sobre ese tema porque Kate estaba brutalmente buena y no quería saber si eligió ese nombre porque pretendía seguir con el ejemplo, porque era hiper católica, etc. No me importaba, sólo quería follar con ella. Y vaya que si follamos...

Kate hizo un show vestida de elfa (al parecer el viejo millonario al que se la chupó mi amiga en el baño turco era un fan del mundo que creó Tolkien) en el que acababa en top less. Me encantó desde el primer momento, era la típica belleza latina estereotipada, con curvas, melena negra y muy racial.
Cuando las chicas que hacían shows en el escenario terminaban de actuar se quedaban en las salas. Kate bajó a la sala, se acercó a la barra y pidió un copa de Grey Goose de limón, yo no paraba de observarla buscando que en algún momento se cruzaran nuestras miradas y pudiera dedicarle una sonrisita de putita picarona (se me dan muy bien). Como ese cruce de miradas no se daba, me acerqué a ella y le dije que me había gustado mucho su show y que me gustaba mucho ella. Empezamos a coquetear y nos besamos. Fuimos al baño y metí la mano por debajo de su falda (sí, llevaba falda y no cinturón, por paradójico que parezca, una stripper llevaba más tela que yo tapando sus vergüenzas) Kate estaba súper húmeda y yo como una perra, pero seguíamos besándonos con esa esa incómoda, pero a la vez placentera sensación de que necesitas que te metan ya de todo.
El club está dentro del Caesars Palace y el viejo había pagado habitaciones a todos los que participaban en su fiesta así que subimos a la habitación de Kate.
Me lo pasé francamente bien.
La aspirante a directora de cine también acabó en una habitación del Caesars, así que volvimos juntas a nuestro hotel.

Perdimos la cámara de video, la mitad de las grabaciones y la poca vergüenza que nos quedaba. Yo perdí un par de pendientes de Cartier preciosos y mi base de M·A·C, pero me traje muy buen sabor de boca.

18/6/08

¿Negra y lesbiana? ¡Qué Dios te pille confesada!

He vivido en muchos países, el trabajo de mi padre nos obligaba a desplazarnos continuamente. Si algún guionista tomara este aspecto de mi vida para hacer una película seguramente yo sería una adolescente (interpretada por una actriz de treinta) antisocial, sin amigos, con principios de autismo. Posiblemente habría tenido una fase gótica, otra punk y otra skater hasta llegar a ser la preciosa pero tímida y cohibida rubia adolescente que protagoniza la película. Sin embargo, un nerd y una alternativa (que llevan una relación de amor odio) me apoyarían y, al final, el capitán del equipo de _______________ [insértese aquí nombre de deporte cool de instituto] me invitaría al baile y el nerd y la alternativa acabarían juntos.

Afortunadamente, mis Moiras particulares no ejercen de guionistas en sus ratos libres. A mi me encantaba eso de viajar y trasladarme de un lugar a otro; además me ha ayudado a tener amigos en los lugares más dispares, amigos que ahora tienen casas, casas a las que yo me autoinvito.

En el año 2000 vivimos un tiempo en Santa Mónica, el Benidorm estadounidense; con la leve diferencia de que en la playa de Santa Mónica tienen corriendo a Pamela Anderson enfundada en su bikini rojo y en Benidorm las que pasean por la playa son nuestras abuelas con las tetas rojas por el ombligo.
Mi padre me sorprendió aquel año llevándonos a Las Vegas por mi cumpleaños.
No me gustó *, demasiados gordos paletos con demasiado dinero y poco cerebro por metro cuadrado... Y, por supuesto, demasiadas luces (si eres epiléptico no vayas o morirás, sin más, morirás al poner el primer pie en Las Vegas).
Entramos al Club Blue Note y, esa noche, la maravillosa Rachelle Ferrell subió al escenario a una chica negra que me dejó hipnotizada con su voz.
La noche siguiente volvimos a coincidir con esta chica en un casino. Ella llevaba una peluca horrible que pretendía emular al pelazo de Tina Turner. Me dejó prendada de nuevo, tanto como dama del jazz la noche anterior, como de rockera aquella noche.
Esta chica es Concha Buika, una tía, cuanto menos, especial a la cual tendré la suerte de volver a ver este mes en el Arts Festival of North Norway.


* En el año 2000 era una niña pura e inocente que no conocía de la existencia del The Pussycat Dolls Lounge. En un viaje con unas amigas a California, pasamos dos noches en Las Vegas, entramos al club y, todo lo que allí sucedió, influyó muy positivamente en mi nueva visión sobre Las Vegas.

16/6/08

Los negros americanos me regalan nabos

(Esta noche me he desvelado, para intentar volver a dormir iba a liar un cigarrillo, la maría está en una caja al lado de la escultura en forma de rabo que me regaló Kevin. En el móvil tengo un sms de mi hermano recordándome la hora a la que tengo que ir el miércoles a su piso. He abierto el portátil y tenía un e-mail de Oriana)

Tengo la suerte de tener un padre conocido y, sin embargo, no ser la hija de..., por lo tanto puedo fumar lo que quiera por la calle sin salir en la portada de la Cuore.
Desgraciadamente, con Cuore o sin ella, mi padré se enteró.
Su ojito derecho, su niña que nunca crecerá, ¡fumando hierba por la calle! Él no quiere creerlo porque se enteró mediante un Juan me ha contado en el desayuno que le han dicho que te han visto fumando y no era tabaco, (así se enteró de que era lesbiana, también por Juan que creo que me espía, Juan me ha contado en el desayuno [que manía con joderle el desayuno a mi padre] que le han dicho que te han visto besándote con alguien y no era un hombre). Yo calmé a mi padre dicéndole que era tabaco de liar y, aunque sabe que no es cierto, es muy feliz viviendo engañado así que ¿quién soy yo para amargarle?


Últimamente ceno los miércoles en el piso de mi hermano. Hace un sukiyaki de solomillo, soberbio, y el miércoles parece que se ha convertido en el día fraternal-japonés. Él me prepara la cena y yo llevo alguna película de Kar-Wai (para ver la película me quito las lentillas y me pongo unas gafas estrambóticas con montura de Bulma que compré en Japón el año pasado, por eso de sentirme más a tono con el ambiente).
Mi hermano se ha enganchado a la serie de antena 3, El Internado, por lo que es obligatorio verla los miércoles. Yo no he seguido mucho la serie, pero no me desagrada nada ver a la versión 2.0 maciza del niñito Joel Osment y flipo en colores mediterráneos con las frases de la profesora de los niños pequeños:

-Me da igual que seas menor de edad.
-Esto de pintar cadáveres es una fase.


Yo fuí a colegio de monjas y si pintabas cadáveres te mandaban sentarte con los zurdos satánicos, si te intentabas follar a un profesor sacabas sobresalientes en Educación Física y si te intentabas follar a una profesora te llamaban desviada y te mandaban con los zurdos que quedaban vivos y que eran tan satánicos que cagaban murciélagos. Si la profesora que te querías tirar era monja, sacabas sobresaliente en Religión.

El sábado estuve en Madrid en la fiesta de inauguración del piso de un amigo, sólo conocía a cuatro personas de las treinta que debía de haber. De todas maneras cogí mi coche, una amiga (por eso de tener conversación conduciendo) y fuí para allá. Durante el viaje me dio tiempo a ver a los transportistas en huelga y a mi amiga le dio tiempo a enseñarles sus tetas, ella dice que se ha gastado 3.500€ en ellas y las quiere lucir.
A los transportistas les hicieron mucha ilusión.
Al dueño del piso lo conocí en el Cafe Carlyle hará cosa de dos años. Esa noche yo había ido para ver tocar a Woody Allen con su banda, no tocaron, pero conocí a Jaume.
Él trabajaba como botones en el hotel donde se encuentra el club. Una tarde, sobre las seis y media, bajé a la puerta del hotel a fumar un cigarro, él estaba en su break time, le invité a un cigarrillo y empezamos a hablar, en inglés hasta que descubrimos que los dos hablábamos castellano.
Esa noche salimos Jaume, su novio y yo, me llevaron a Xex Lounge, una de esas discotecas llenas de maromazos musculados en tanga, obviamente no me comí una rosca, pero me lo pasé francamente bien.
Kevin, el novio de Jaume, me presentó a una mujer bastante interesante. Muy alta, mulata, se llamaba Diana y era de Texas; tenía un hijo de 4 años guapísimo. Me contó que ella era un alma libre y que su pareja no lo entendía, ella estaba enamorada de él pero necesitaba mantener sexo con otras personas. No me metí en temas de moralidad, simplemente me acosté con ella, durante dos semanas. Ella había viajado a NY por temas de trabajo.
Era salvaje y fogosa, tenía las uñas muy largas (pero siempre con una perfecta manicura, en color rojo) y le apasionaba clavármelas en la espalda.
Cuando terminó lo que vino a hacer a NY (ni siquiera le pregunté) se marchó, como digo, pasadas dos semanas de sexo. Tengo un recuerdo maravilloso de Diana.

Cuando mi padre acabó su trabajo, (le vino a costar un mes, no llegó a dos) volvíamos a España y Jaume me ofreció pasar el verano en su apartamento. En realidad, el apartamento era de Kevin, el sueldo de un botones no paga un loft en Hudson Street. El piso era adorable, muy gay, tenían dos perritos, también muy gays, había cuadros y esculturas de torsos, culos y poyas por todas partes.
Estuve dos meses con ellos, hasta que Kevin y Jaume discutieron. Jaume se sentía una mierda al lado de Kevin, Kevin no quería que se sintiera infravalorado, bla, bla, bla...
Hablé con Jaume, me dijo que este tema venía de largo, llevaba mucho tiempo sin saber qué hacía con Kevin. No quería ser un botones toda su vida, ni vivir de Kevin, se sentía mierda y quería dar un giro a su vida.
Le propuse venir a mi casa, en España. Eso hicimos.

Le regalé a Kevin un perrito pug precioso, él me regaló una escultura (sí, con forma de poya). Esa noche, él y Jaume se despidieron con un polvo y a la mañana siguiente Jaume y yo volvimos a España.

Estuvo tres meses en mi casa, consiguió trabajo para uno de los grupos líder de la televisión de pago en España y se marchó a Madrid. Encontró y desencontró el amor con más facilidad que yo para bajarme el tanga. Y me llamó el miércoles pasado, mientras veía El Internado con mi hermano, para decirme que su casa estaba divina y que iba a hacer una fiesta. Le regalé un desnudo de Bill Murphy (que ha colgado en el dormitorio) y un vibrador.
En la fiesta conocí a una chica que trabaja con Jaume, la ridiculizaban diciendo que era la chica de los cafés. Se llama Oriana, es de Nápoles y está de prácticas en Madrid. Tiene una voz muy dulce, nunca había estado con una mujer y en Nápoles tiene un novio esperándola.
Estrenamos el vibrador que le compré Jaume, le regalé mi camiseta de Protect The Skin You're In de Marc Jacobs (la edición de Eva Mendes) y le besé en la frente para despedirme. Ella estaba desnuda, se tapaba el pecho con las sábanas, parecía muy vulnerable y el cuerpo me pedía besarla en la frente y no en otra parte. Le dije que era preciosa, que había estado asombrosa y que disfrutara lo que le quedara en España; le desee que fuera muy feliz por si no la volvía a ver y cerré la puerta.
Me despedí de mi querido Jaume que estaba desayunando, me preguntó cómo lo había pasado con Oriana y yo le conté como lo había pasado, no suelo tener pudor para esas cosas; me dijo que no tenía remedio y me besó en la boca. Me ofreció una tostada con mermelada de mora pero yo no suelo desayunar.
Me monté en mi coche y volví de Madrid escuchando Costello Music de The Fratellis.